En el mundo entero se producen suficientes alimentos para dar de comer a todos los seres humanos. Pero, ¿qué pasaría si a finales de este siglo la población de la Tierra superara los diez mil millones de personas?
La agricultura, tal y como la practicamos hoy, es muy eficiente. Abastece de alimentos a más personas que nunca.
Pero esta eficiencia encierra una trampa. Puede que llene nuestros supermercados, pero está llevando a nuestro planeta al límite. La fertilidad del suelo y la biodiversidad retroceden en muchos lugares, y el uso de fertilizantes y pesticidas es cada vez más nocivo para el medio ambiente. El exceso de productos químicos en nuestros campos es comparable al abuso de los antibióticos, afirma el economista agrícola Gerold Rahmann: "Llegará el momento en que el daño sea tan grande que ya no se pueda reparar". Además, el cambio climático avanza tan rápido que nuestros cultivos "ya no llegan a cubrir las necesidades", asegura el biólogo agrícola Nicolaus von Wirén.
Así que, por un lado, deberíamos ayudar a la agricultura de todo el mundo a adelantarse al cambio climático; por otro, necesitamos aumentar significativamente el rendimiento sin que esto suponga una carga adicional para el planeta. ¿Es la controvertida "ingeniería genética verde" la solución? ¿O deberíamos apostar por una ecologización radical para salvar nuestros suelos? ¿Es posible cultivar sin "tierra", en enormes granjas verticales? Y, ¿qué opciones aporta la inteligencia artificial a la hora de alimentar a todo el mundo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario