Recuperar las prácticas ancestrales de agricultura, así como la
soberanía alimentaria, forman parte de la agenda de Plataforma Agraria,
que junto a representantes de comunidades agrícolas se reunieron en el
sitio arqueológico Kaminaljuyú, zona 7, para exponer su rechazo a los
monocultivos y la alteración
Ciudad de Guatemala. En la actividad se fijaron
posturas en contra del uso de semillas alteradas genéticamente, así como
el rechazo de las 21 organizaciones campesinas que integran Plataforma
Agraria al uso de químicos en la producción de granos básicos.
Rolando Lemus, coordinador del eje de agricultura sostenible
de Plataforma Agraria, aseguró que solo así se podrá recuperar la
identidad de los pueblos maya, xinca y garífuna, los que históricamente
han sido agrícolas.
Transgénicos. La preocupación surgen luego de que en
el Congreso se conociera en segunda lectura la iniciativa 4303, que
busca la creación de la ley de bioseguridad de organismos mejorados por
ingeniería genética, la que según Lemus, busca generalizar el uso de
semillas transgénicas en el país.
Surgen dudas. Aunque reconocen que utilizar
productos genéticamente alterados ofrece cosechas más productivas y en
menor tiempo, también preocupa a los pequeños productores su elevado
costo y cuidado de ese tipo de cultivo.
Además, las organizaciones representadas en Plataforma
Agraria dudan de la calidad de esos alimentos y su beneficio a la salud
del consumidor.
Édgar Morales, representante de la comunidad kaqchikel, dijo:
“Ahora nos ofrecen supertortillas, pero para esto necesitarán
supermaíz, y no estamos seguros de que esa sea la solución al problema
alimentario”. Agregó que sus pueblos apoyan la labranza orgánica, porque
es autosostenible.
America Economia
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